POR FAVOR, ESCÚCHENME.


No hay nada mejor que la comunicación, siempre es bueno conversar y más cuando lo hacemos con nuestros seres queridos. La comunicación efectiva requiere de los siguientes elementos: un emisor, un canal, un receptor, y al final un feedback o realimentación, que se traduce como la respuesta por parte del receptor del mensaje.

Si la comunicación no cuenta con uno de los elementos mencionados en el párrafo anterior, podemos concluir que es una conversación hueca y vacía. Muchos negocios se han perdido por una mala comunicación, muchos matrimonios han terminado divorciándose porque no supieron expresarse y manejar sus diferencias. Muchas oportunidades se nos escaparon de las manos porque no supimos expresar nuestro interés.

Hablar es fácil, lo hacemos desde pequeños, comunicarnos es difícil, es por eso que el reto que tenemos cada día es aprender a comunicarnos. Expresarnos bien y ser escuchados, pero también el aprender a escuchar a los demás.

Hoy en día, son muchos los adolescentes y jóvenes que se encuentran delinquiendo, son miembros de una pandilla, o están pagando una condena en algún centro de readaptación de menores o dentro de una cárcel. Esa es nuestra triste realidad, al menos la realidad que se vive en El Salvador, y en el territorio centroamericano, que es acechado por la violencia y la corrupción.

Estos jóvenes que ahora se encuentran delinquiendo y que pertenecen a una pandilla, encontraron en ese grupo antisocial, el espacio, el tiempo, y los oídos que buscaban para ser escuchados. No es justificable, el hecho que un ser humano se dedique a cometer diferentes tipos de delitos, pero todo tiene un génesis en la falta de atención y comunicación de sus padres.

Estos jóvenes, por medio de sus actos de rebeldía, manifestaban la necesidad de ser escuchados. A través de cada travesura pedían atención, pero solo encontraron en sus padres regaños, golpes, e indiferencias. Al no sentirse parte de sus familias, buscaron un grupo donde podían ser recibidos y donde pudieron conocer el término “familia”.

La comunicación es clave y muy importante, no podemos darnos el lujo de desperdiciar el tiempo que tenemos con nuestras familias y amigos. Hago un llamado a los padres de familia, para que dejen sus preocupaciones económicas y laborales por un momento e inviertan un poco de tiempo en sus hijos, sobrinos o nietos.

A los profesores de las escuelas y colegios, antes de castigar, conversen con sus alumnos, a lo mejor y esa plática los aparte de malos pasos y haga de ellos mejores ciudadanos.  Todos andamos cargas emocionales, casi siempre, y lo que más deseamos es ser escuchados y ayudados.


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