Desde inicio de este año, nos
hemos estado despertando y acostando con constantes noticias sobre el ámbito político
de nuestro país, y sin duda, en los siguientes nueve meses que restan, lejos de
disminuir estas noticias, se incrementarán. Recién salimos de unas elecciones
legislativas y municipales, y ya, los partidos y movimientos políticos, hablan
de la elección presidencial del próximo año.
Debemos acostumbrarnos y ser
tolerantes a las noticias con contenido político, sin embargo, debemos ser muy
cuidadosos de lo que escuchamos, vemos, y leemos en periódicos, televisión, y redes
sociales. Es necesario que nosotros mismos, seamos fiscalizadores del mensaje
que nos transmiten, debemos analizar la fuente que emite el mensaje y el
contenido mismo de dicho mensaje.
En campaña política, los
actores políticos (candidatos y partidos), lejos de proponer ideas y presentar
proyectos innovadores, invierten sus energías y poca creatividad, a lanzar
insultos, y difamaciones contra sus adversarios. Es ahí, donde nosotros como
sociedad civil debemos tener cuidado y no dejarnos arrastrar y caer en el juego
de ellos.
Estas estrategias políticas,
que son en su mayoría de casos mal intencionadas, no son nada nuevas, y están constituidas
en la comunicación política heredada por Joseph Goebbels, quien fue el jefe de la
propaganda nazi de Adolfo Hitler. Goebbels, presentó y aplicó en la
comunicación nazi, once principios que hasta el día de hoy son utilizados por políticos
de izquierda y derecha de todo el mundo, con el único fin de ascender al poder político.
De los once principios, en esta ocasión solo quiero
resaltar los siguientes:
Principio
de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios
errores o defectos. Esto se da mediante el ataque, lleno de insultos. Nuestros
errores son tan grandes que no los podemos ocultar, entonces, cobardemente
comenzamos a identificar, y publicar los errores de mi adversario para ser yo,
el menos peor.
Principio
de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier
anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. Esto se presenta cuando el
partido de izquierda nos dice que si gana la derecha venderán el país entero
porque así decían los abuelos. Y el de
derecha, dice que si gana el de izquierda, nuestro país será como Cuba o
Venezuela, y viviremos en pobreza, etc.
Principio
de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número
pequeño de ideas y repetirlas incansablemente. De este principio se deriva la frase:
“Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
Por eso los políticos y sus partidos adoptan una frase de campaña y la repiten
en spot televisivos y cuñas radiales para hacer eco en la mente de la
población.
Por lo tanto, oigamos y
leamos todo, pero analicemos todo también.
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